Mil mariposas,
mil mariposas revolotean dentro de mi,
mil mariposas revolotearon,
y alzando el vuelo me llevaron hasta ti,
me dejaron cerca a tu ventana y a lo lejos te vi,
sin pronunciar palabra pude sentir que también pensabas en mi.
Tus ojos de lágrimas se empezaron a llenar,
y mis manos empezaron a sudar,
quería acercarme para poderte consolar,
te acercaste a tu ventana y la cerraste, no querías platicar,
"déjame estar contigo se escuchaba",
era la voz única y dulce de tu amor,
quien todo su cariño siempre te dio,
debajo de tu cama se escondió
y encontró todas sus cartas de amor,
eso es lo que tenías,
el recuerdo que nunca se iría,
"cuando algo es bueno nunca se olvida",
y aunque de tus labios nunca un TE QUIERO se oía,
lo sentía y así sería,
dentro de tu ser su amor aún vive, aún respira,
y aún está ahí gritándote que lo escuches,
que lo quieras,
que lo sientas...
me pregunto si la próxima vez que pase por tu ventana
la encontraré entreabierta.
Los sueños que tenemos y que casi nunca podemos contar son los que a mi me inspiran a escribir, no necesitamos de una amplia creatividad ni haber estudiado, solo guiarnos por las palabras que nos dicta nuestro corazón. Busca solo un cuaderno o una libreta, un lápiz o lapicero y déjare llevar, pronto verás que terminaste de escribir una página completa sin darte cuenta. El escribir nos ayuda a decir las cosas que con palabras no nos es fácil expresar.
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